Como es habitual, el Dane presentó el pasado 8 de noviembre el índice de precios al consumidor (IPC), uno de los indicadores clave para medir la economía del país y que deja ver el estado de la inflación, es decir, la variación en el costo de los productos y servicios que se comercializan en todo el territorio.
Durante varios meses, el reporte ha demostrado una notable disminución, luego de una buena temporada de ajustes en la tasa de interés del Banco de la República, una de las estrategias para eliminar presiones inflacionarias en el país.
De hecho, la medición de octubre mostró una reducción importante tanto en la comparación con 2022, como en la cifra de año corrido del 2023. El reporte indicó que para el mes mencionado la inflación quedó en 10,48%, lo que significó una baja de 0,51% respecto a la tasa obtenida en septiembre, que fue de 10,99%.
Por lo tanto, entre septiembre y octubre, el Dane aseguró que fueron varias las divisiones de gasto que aportaron puntos porcentuales a la cifra de inflación. Entre las subclases, el alimento que más aportó al indicador fueron las papas, con un crecimiento del 19,14%, seguido por artículos para la higiene corporal, que crecieron un 1,39%, además de huevos, que subieron un 1%.
En la medición entre enero y octubre, es decir, año corrido, los alimentos que más aumentaron las presiones inflacionarias fueron las frutas frescas, con un aumento del 29,80%, seguidas por las comidas preparadas fuera del hogar y para consumo inmediato, con un 11,49%, suministro de agua con 9,50%, y leche con 12,27%.
En contraste, los alimentos que bajaron el último mes, según el Dane, fueron: la cebolla, con una caída del 10,90%; el suministro de agua, con 0,52%; las naranjas, con 11,44%; y aceites comestibles, con una baja del 1,43%.
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