La situación en el gabinete del presidente Gustavo Petro, ha llegado a un punto crítico, al punto que la directora del Departamento de Prosperidad Social (DPS), Laura Sarabia, habría presentado verbalmente su dimisión. Esta renuncia sugiere una posible reestructuración ministerial ante el incumplimiento de compromisos y la falta de coordinación entre diferentes carteras.
La propuesta surgida durante una reciente reunión de Consejo de Ministros destaca las tensiones internas y la necesidad de mayor alineación estratégica. Sarabia sugirió que todos los miembros del gabinete presentaran renuncias protocolarias para permitir al presidente Petro evaluar y decidir qué cambios son requeridos para fortalecer su administración. Esta decisión marca un momento importante en el gobierno de Petro, y refleja los desafíos en la implementación de su agenda política y en la gestión interna.
Por lo tanto, la renuncia de Sarabia se enmarca dentro de un proceso que, por el momento, permanece en un nivel protocolario, sin ejecutarse de manera definitiva. Esto significa que, a pesar de su ofrecimiento para dimitir, continúa en su rol al frente del DPS. Este escenario sitúa al presidente Petro en una situación crucial, donde se ve en la necesidad de tomar decisiones que influirán en la dirección de su administración, particularmente ahora que debe enfrentar una situación de crisis en su gabinete ministerial.
finalmente, el Gobierno tiene otro desafío, ya que se busca un reemplazo para liderar el ministerio de Relaciones Exteriores. Este cargo es relevante porque el Canciller Álvaro Leyva debe cumplir una suspensión de tres meses impuesta por la Procuraduría. Este conjunto de circunstancias subraya la importancia de las decisiones que el presidente Petro debe tomar en el corto plazo para asegurar la estabilidad y eficacia de su equipo de trabajo y, por ende, de su gobierno.