Más de 50 hogares de la vereda Nueva Unión en el municipio de Tierralta resultaron damnificados con el desbordamiento de la quebrada Quimari.
En medio de un torrencial aguacero la arteria fluvial se salió de cauce e inundó viviendas y dejó bajo el agua cultivos de pan coger, cosechas de las que se sustentan los campesinos de la región y que además sirve como fuente de auto alimentación.
Las familias afectadas piden presencia de las entidades competentes para que las apoyen en este difícil momento.
La Gobernación de Córdoba había solicitado apoyo a la Unidad Nacional de Riesgos para atender las poblaciones que se han declarado en calamidad pública, la mayoría de ellas concentradas en la subregión del San Jorge.
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