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¡Insólito! una mujer fingió su muerte para no pagar una deuda


La protagonista de este insólito hecho es, Liza Dewi Pramita, una mujer de Indonesia que fingió su muerte para no pagar una deuda que tenía. Además, para hacer todo el montaje de su funeral contó con la ayuda de su hija que se encargó de publicar unas fotos del “cuerpo de su mamá en un ataúd”.


La mujer pidió prestados 270 dólares, lo que, al cambio de la moneda de hoy, equivale a aproximadamente a $1′200.000. Según los medios locales, la mujer había prometido pagar lo que le debían el 20 de noviembre del 2022, pero cuando llegó la fecha no pudo cubrir todo el dinero. En ese momento, Liza pidió que le dieran más tiempo y dijo que el 6 de diciembre era el último plazo.


Pero nuevamente Liza quedó mal y no pudo cumplir con el pago, después de eso Maya Gunawan quien es la prestamista, vio una publicación en Facebook de la hija de Liza, en esta, decía que su madre había fallecido.


Pero no solo era el anuncio del fallecimiento, la publicación contenía fotos de la mujer muerta, pero Maya no se comió mucho el cuento y decidió indagar más y llamó a los familiares, con la sorpresa de que le contestaron.































A la mujer le pareció raro dos cosas, pues, en primer lugar, le hizo una video llamada al esposo de la mujer. Lo que la sorprendió es que él le respondió y, según pensó, una persona en duelo no iba a hacer eso.


Por eso, Maya confrontó a la hija y le pidió una explicación por lo sucedido, y es ahí cuando el teatro se les cae, pues la hija de la mujer confesó que había sido un montaje para que su madre no tuviera que pagar el dinero. Luego supieron que la imagen de la camilla del cadáver fue una captura de pantalla.


De acuerdo con el ‘The New York Post’, la imagen de la camilla no era más que una captura de pantalla de un programa de televisión; mientras que las fotografías de Liza se tomaron para hacer que su engaño fuera más convincente. A pesar de esta situación, Maya afirmó que no ha denunciado a su deudora ante las autoridades, pues, aunque no lo crean, todavía tiene la esperanza de que aparezca y le devuelva lo que debe.



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