Cerca de un millón de perros se matan cada año para el consumo humano en el país.
El presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, ha planteado la prohibición de comer perros en el país, una práctica tradicional que se está convirtiendo en una vergüenza internacional.
Esta carne ha sido durante mucho tiempo parte de la cocina de Corea del Sur y se cree que alrededor de 1 millón de perros se comen anualmente, pero el consumo ha disminuido a medida que más personas adoptan a los animales como compañeros en lugar de como ganado.
La práctica es una especie de tabú entre las generaciones más jóvenes y la presión de los activistas por los derechos de los animales ha ido en aumento.
La industria de mascotas de Corea del Sur está en aumento, con un número creciente de personas que viven con perros en casa, el presidente entre ellos, pero todavía hay granjas de perros en funcionamiento, donde algunas razas de perros se crían como alimento. Moon es un conocido amante de los perros y tiene varios caninos en el recinto presidencial, incluido uno que rescató después de asumir el cargo.
La ley de protección animal de Corea del Sur tiene como objetivo principal prevenir la cruel matanza de perros y gatos, pero no prohíbe el consumo en sí.
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