
El general Helder Giraldo tomó una decisión trascendental en medio del escándalo que rodea al general Luis Manuel Ospina. SEGÚN el alto mandó había ordenado seguir a un profesor de inglés que le dictaba clases a su esposa.
Por lo tanto, los militares utilizaron el poderoso aparato de inteligencia y contrainteligencia del Ejército. Le crearon un expediente falso, como si se tratara de un integrante del frente Carolina Ramírez, de las Farc de Mordisco, y así pudieron usar la más avanzada tecnología de las Fuerzas Militares para ubicarlo mediante el rastreo de su teléfono celular.
Se sabe que por el momento la inspección del comandando de las fuerzas armadas llevará la investigación. Esta no sería hecha por el mismo ejército con miras a guardar la imparcialidad que debe seguir un proceso de esta naturaleza que, en manos de la institución que lidera el general Ospina, podría no ser neutral.
Mientras tanto, el presidente Gustavo Petro y el ministro de Defensa, Iván Velázquez, permanecen en silencio.
Según las pruebas, el comandante del Ejército quería saber por qué razón su esposa se reunía periódicamente con el profesor de inglés en las instalaciones del complejo militar; además, cuál era su lugar de residencia. Para ello, se utilizaron recursos públicos con el fin de satisfacer los intereses personales del general Ospina. Quienes hicieron esta denuncia fueron los mismos integrantes de inteligencia y contrainteligencia, que se niegan a que unos pocos abusen de su poder e intenten dañar uno de los organismos más importantes del Estado en la lucha contra la criminalidad.
Comments