La lluvia que apareció después de una oleada de calor, no fue impedimento para que miles de Palmiteros, y allegados de todo Sucre y otros departamentos le dieran el último adiós a uno de los más grandes exponentes de la música colombiana.
Lisandro Meza Márquez, el reconocido cantautor colombiano estaba internado en la Unidad de Cuidados Intensivos, de la clínica La Concepción en Sincelejo desde el pasado 6 de diciembre de 2023. Aunque la clínica mantuvo en reserva su pronóstico, no fue hasta el 23 de diciembre cuando informó que el destacado artista y embajador de la cumbia colombiana, dejó de existir por causa de una isquemia cerebral a los 86 años de edad.
Días antes, sus hijos dieron a conocer que llevaron al artista a la clínica, luego de que sufriera intensos dolores de cabeza, a los que se sumó el diagnóstico de una enfermedad neurológica. Aunque ellos se mostraban confiados de su mejoría, porqué respondía al tratamiento, falleció 17 días después.
Su familia abrigaba con esperanza su mejoría, y así llevarlo a conocer la escultura que se levantó en la plaza de Majagual en Sincelejo, al lado de la del gran Calixto Ochoa y del compositor y cantante Rubén Darío Salcedo, otros dos grandes baluartes de la música sabanera, evento que se realizó el pasado 15 de diciembre, cuando fue develada su escultura en presencia de sus hijos Juan José, Berta, ‘Chane’ y ‘Joche’,
Lisandro Meza Márquez, nació en El Piñal, Sucre, un corregimiento del municipio de los palmitos el 26 de septiembre de 1937 y falleció en Sincelejo, Sucre, el 23 de diciembre de 2023, fue un reconocido cantante, compositor y músico colombiano que dedicó más de 50 años de su vida a la música. En su más de medio siglo de carrera musical, grabó alrededor de 110 discos en diferentes ritmos: cumbia, porro, paseo y vallenato.
Cuando tenía 17 años, empezó a cantar en la finca de su padre La Armenia, donde demostró su habilidad para tocar varios instrumentos como el acordeón, el piano, la guitarra, el bajo, el tiple, el cuatro, la tumbadora, caja y la gaita.
En 1959 compuso el paseo “El Saludo”, canción que lo hizo muy popular. Tras este tema le siguieron otros éxitos como: “diciembre 24”, “La gorra no se me cae” (1963), “La miseria humana” (1976), “El guayabo de la ye” (1978), “Baracunatana” (1981), entro otros. En 1965, formó su propio grupo, pero a la vez formaba parte de Los Corraleros de Majagual.
Quiso ser rey vallenato por lo que participó dos veces en el festival de la leyenda vallenata (1.969 y 1.975) pero no ocupó una posición destacada, aunque se ganó el cariño del público que lo bautizó como el rey sin corona. En 1.978 fue galardonó como rey sabanero del acordeón en el Festival Sabanero del acordeón en Sincelejo Sucre.